Se consideran productos orgánicos a aquellos que son lo más naturales posible: es decir, que en su proceso de producción no se han utilizado químicos nocivos, productos residuales ni ionización.

Los productos orgánicos no utilizan conservadores, colorantes, antibióticos, fertilizantes químicos ni pesticidas; todos estos asociados a problemas cardíacos, asma, alergias, osteoporosis, hiperactividad y cáncer.

Por esto, los alimentos y productos orgánicos:

• Son saludables, porque están libres de residuos tóxicos procedentes de químicos: protegen la salud de consumidores y agricultores.
• Ayudan a mantener el balance bioquímico de nuestro organismo, porque no contienen trazas de anabólicos, antibióticos ni de hormonas.
• Son más nutritivos: contienen mayores proporciones de vitaminas, proteínas, antioxidantes, azúcares naturales y minerales.
• Tienen mejor sabor, color y aroma.
•  No dañan los ecosistemas, porque no utilizan variedades transgénicas y promueven el cultivo de variedades criollas.
• Protegen el suelo; fundamento de la cadena alimentaria.
• Cuidan el agua, al no utilizar productos peligrosos ni gran cantidad de nitrógeno, se elimina la contaminación de las fuentes de agua potable.
• Rescatan y promueven la biodiversidad.
• Promueven el desarrollo del comercio justo.

Al consumir productos orgánicos, mejoras tu alimentación y tu salud y contribuyes a cuidar el medio ambiente, gracias a un consumo más responsable con el entorno social y natural.